juego

Una memoria didáctica es un juego de mesa diseñado para potenciar las habilidades cognitivas, especialmente la memoria de trabajo y la concentración, a través de la asociación de pares de tarjetas. A diferencia de las memorias tradicionales, las didácticas no solo buscan encontrar imágenes idénticas, sino que a menudo implican la conexión de conceptos relacionados (por ejemplo, una imagen y su nombre, un número y su cantidad, etc)

¡La principal utilidad de la memoria didáctica reside en su capacidad para convertir el aprendizaje en un juego divertido y desafiante!

Contenido: 30 Piezas.

Es una herramienta excelente para:
– Reforzar conocimientos: Permite a los niños repasar y consolidar información sobre diversos temas de manera autónoma o con la supervisión de un adulto.
– Introducir nuevos conceptos: Puede ser una primera aproximación a letras, números, palabras en otros idiomas o clasificaciones (animales, frutas, etc.).
– Desarrollar habilidades de observación y atención: Los niños deben examinar cuidadosamente las tarjetas y recordar su ubicación para hacer las asociaciones correctas.
– Fomentar el juego independiente y en grupo: Puede jugarse solo para un desafío personal o en compañía para promover la interacción social.

Jugar con una memoria didáctica ofrece múltiples beneficios que contribuyen al desarrollo integral de los niños:

1. Desarrollo cognitivo =
– Estimulación de la memoria: Este es el beneficio más obvio. Los niños ejercitan su memoria a corto plazo y a largo plazo al recordar la ubicación de las tarjetas y los conceptos asociados. Cuanto más juegan, más eficiente se vuelve su capacidad para retener y recuperar información.
– Mejora de la concentración y la atención: Para tener éxito en el juego, los niños deben mantenerse enfocados en la tarea, prestando atención a cada tarjeta que se voltea. Esto ayuda a prolongar sus periodos de atención.
– Desarrollo de habilidades de asociación lógica: Al tener que emparejar conceptos relacionados (ej. la imagen de un perro con la palabra «perro», o un número con la cantidad de puntos), los niños fortalecen su capacidad para hacer conexiones lógicas.
– Habilidades de resolución de problemas: Deben desarrollar estrategias para recordar las ubicaciones y planificar sus movimientos para encontrar los pares.
– Aprendizaje de conceptos específicos: Dependiendo del tema de la memoria, los niños pueden aprender sobre:
– Alfabetización: Asociación de letras, reconocimiento de palabras y sílabas.
– Matemáticas: Reconocimiento de números, cantidades, formas y operaciones básicas.
– Vocabulario: Ampliación del léxico en su idioma nativo o en un segundo idioma.
– Clasificación: Agrupar objetos por categorías (animales, plantas, colores, etc.).

2. Desarrollo de habilidades motoras finas
– Destreza manual: Voltear las tarjetas, recogerlas y colocarlas requiere precisión y coordinación, lo que ayuda a desarrollar la motricidad fina de las manos y los dedos.
– Coordinación ojo-mano: La acción de mirar la tarjeta y luego manipularla para revelarla o moverla mejora esta importante coordinación.

3. Desarrollo social y emocional
– Paciencia y toma de turnos: Cuando juegan con otros, los niños aprenden a esperar su turno y a ser pacientes.
– Gestión de la frustración: Aprenden a manejar la decepción cuando no encuentran un par o cuando otro jugador lo hace.
– Desarrollo de la autoestima: Cada vez que encuentran un par, experimentan una sensación de logro que refuerza su confianza.
Interacción social: Facilita la comunicación y el juego compartido con compañeros o adultos.
– Seguimiento de reglas: Refuerza la importancia de seguir instrucciones y respetar las normas de un juego.